Benvolguts seguidors dels divendres poètic
Avui, recordant els versos de Gabriel Celaya (“Maldigo la poesia que no toma partido, partido hasta mancharse ..) us vull esser molt sincer. Es per això que voldria fer- vos partícips de la meva preocupació , disconformitat i temença , per tot el que escolto i llegeixo des dels primers dies del any, en torn a les autonomies i al seu cost monetari.
Caldria preguntar-se si es pot mesurar la democràcia només pel seu cost econòmic? La economia pot condicionar l’assoliment d’un estat plurinacional, autonòmic , democràtic, divers i constitucional?
Si seguim per aquets camins tortuosos, no previstos ni pactats a l’ Espanya del 1978, algú podria atrevir-se a dir , absurdament, que “ econòmicament parlant es molt mes barata la dictadura, el totalitarisme, la uniformitat i la manca de drets fonamentals que la democràcia parlamentaria “ si ens atenim als números freds i “als mercats”(de quina raça o nacionalitat son els mercats?) , que ni son sensibles, ni pensen en les persones ni ,molt menys, en les legitimes aspiracions dels pobles i nacions.
Crec fermament , que en un sentit individual i col·lectiu de poble (es digui estat, nació, comunitat humana, o pàtria ... ) i, també des de la perspectiva dels drets i llibertats fonamentals ,la seguretat jurídica i en definitiva la democràcia , seria un error i un retorn al trist i llarg passat (que tots els qui el varem viure volem oblidar) sota la justificació de poder solucionar la crisi econòmica actual .
Com diuen al Polònia!! Perdoneu però algú ho havia de dir !!!
Bon cap de setmana
Eduard
Estimados seguidores de los Viernes poéticos
Hoy, recordando los versos de Grabriel Celaya ("Maldigo la poesía que no toma partido, partido hasta mancharse...) os quiero ser muy sincero. Quisiera haceros partícipes de mi preocupación y disconformidad por lo que escucho y leo desde los primeros días del año en torno a las autonomías y a su coste económico.
Hoy, recordando los versos de Grabriel Celaya ("Maldigo la poesía que no toma partido, partido hasta mancharse...) os quiero ser muy sincero. Quisiera haceros partícipes de mi preocupación y disconformidad por lo que escucho y leo desde los primeros días del año en torno a las autonomías y a su coste económico.
¿Es necesario preguntarse si se puede medir la democracia sólo por su coste económico? ¿La economía puede condicionar el logro y permanencia de un Estado plurinacional, autonómico, democrático, diverso y constitucional?
Si seguimos por estos caminos sinuosos, no previstos ni pactados en la España de 1978, alguien podría defender absurdamente que "económicamente hablando, es mucho más barata la dictadura, el totalitarismo, la uniformidad y la falta de derechos fundamentales en la gestión de un Estado que la democracia constitucional y parlamentaria"; especialmente si nos atenemos a la frialdad de los números y "a los mercados" (¿que raza o nacionalidad tiene el mercado?) que ni son sensibles, ni piensan en las personas ni mucho menos en las legítimas aspiraciones de los pueblos y naciones.
Creo firmemente que en un sentido individual y colectivo de pueblo (se diga Estado, nación, comunidad humana, o patria) y, desde la perspectiva de los derechos y libertades fundamentales, la garantía de la seguridad jurídica y en definitiva la democracia, sería un error y un retorno al triste y largo pasado (que todos los que lo vivimos queremos olvidar) bajo la justificación de poder solucionar la crisis económica actual.
Si seguimos por estos caminos sinuosos, no previstos ni pactados en la España de 1978, alguien podría defender absurdamente que "económicamente hablando, es mucho más barata la dictadura, el totalitarismo, la uniformidad y la falta de derechos fundamentales en la gestión de un Estado que la democracia constitucional y parlamentaria"; especialmente si nos atenemos a la frialdad de los números y "a los mercados" (¿que raza o nacionalidad tiene el mercado?) que ni son sensibles, ni piensan en las personas ni mucho menos en las legítimas aspiraciones de los pueblos y naciones.
Creo firmemente que en un sentido individual y colectivo de pueblo (se diga Estado, nación, comunidad humana, o patria) y, desde la perspectiva de los derechos y libertades fundamentales, la garantía de la seguridad jurídica y en definitiva la democracia, sería un error y un retorno al triste y largo pasado (que todos los que lo vivimos queremos olvidar) bajo la justificación de poder solucionar la crisis económica actual.
Es evidente que la de hoy no es poesía, pero, para el autor de este envío semanal, la sensibilidad poética no está reñida con los sentimientos ni las convicciones democráticas, al contrario, son su expresión en el estado más puro.
En Catalunya se emite un programa en la TV3 donde se parodia a un parlamentario, por todos conocido, que en el Congreso de los Diputados y reiteradamente dice” Perdonad, pero alguien debía de decirlo”
Buen fin de semana
Eduard Sagarra i Trias
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