ESTATUT : CUATRO PREGUNTAS DE UN CIUDADANO AFECTADO POR LA PARÁLISIS INSTITUCIONAL
Como ciudadano, obediente y respetuoso con del Estado de derecho(que es España) , y que es de los que aún cree en el “normal” funcionamiento de las instituciones democráticas y de la eficacia de quienes las integran, he de reconocer que siento ,muy a mi pesar , vergüenza ajena, en el tema o mejor dicho “conflicto” del Tribunal Constitucional, sus miembros , las Cortes y el Estatut de Catalunya.
Creo expresar el sentir de la mayoría del pueblo de Catalunya , al señalar que no se comprende el “vodevil o comedia de enredo” de la decisión o Sentencia pendiente . Todos nos preguntamos ,ya escépticos,¿ que pasa?, ¿porque pasa? y ¿quien es el culpable de que pase? Recordemos -por si alguien lo ha olvidado - que la ciudadanía de Catalunya, era y sigue siendo el único pueblo soberano ,y exclusivo, constitucionalmente previsto, para decidir a través de sus representantes y refrendar sobre el Estatut una vez este fue aprobado por todas las cámaras legislativas competentes: Cortes españolas y Parlament catalán .
Sres. Magistrados , Parlamentarios y Partidos políticos , siento decirlo , pero no me atrevo (casi me avergüenza)intentar explicar a mis hijos, mis nietos o a mis alumnos, las razones del la insostenible situación o “conflicto” -por no decir “atolladero increíble o incapacidad manifiesta” - del Tribunal Constitucional para enjuiciar la voluntad constitucionalmente expresada por dichas dos cámaras legislativas y por el pueblo de Cataluña.
Para poder explicarlo quizás alguien o alguna institución me podría responder a estas simples, sencillas e inocentes preguntas. No es necesario que sea ningún Premio Nobel , me basta alguien de los que (por acción u omisión) dirigen nuestro presente y planifican nuestro futuro
Primera ¿Si el Estatut no hubiera sido recurrido por el PP , y el Defensor del Pueblo( por cierto ¿ de qué pueblo?), seria hoy una norma legal y legitima, o¿ cabria una revisión de oficio por el TC tras la publicación el el BOE con la firma del Rey o sine die?
Segunda:¿A la vista de la una sentencia del TC(si es que la llegamos a ver, ¡!tengo ya 62 años!!) contraria al Estatut, ¿se revisarían los nuevos Estatutos de Andalucía y Valencia, en vigor y no recurridos, por el PP ni el Defensor del pueblo (en este caso de andaluces y valencianos) en los artículos iguales o semejantes al Estatut ?
Tercera ¿La igualdad de los Españoles ante la Ley del art 14 de la CE afecta a todos o solo a unos cuantos?¿O quizás es un derecho que no afecta a las Naciones ni a las Autonomías constitucionalmente reconocidas?
Cuarta: ¿El pueblo soberano tiene algún mecanismo democrático para evitar la prorroga vitalicia de los cargos y de las decisiones del TC;? ¿Puede el pueblo denunciar la caducidad de los cargos al cabo de tres años ¿( recordemos que los yogures caducados se eliminan de las estanterías de las tiendas) o¿ puede el ciudadano manifestarse contra la paralización de un Tribunal Constitucional?. Hay una evidencia consistente en comprobar que si la vida diaria funciona igual sin la dichosa Sentencia ,¿es necesaria dicha sentencia o es un tramite meramente formal?
A modo de corolario creo modestamente y muy respetuosamente que la Justicia constitucional es demasiado seria para tener prorroga indefinida .Parece como si nos halláramos ante “el gol de oro” (estamos en pleno mundial de futbol!) para acabar el partido Constitucional / Catalunya. Lo malo es que no sabemos, a la postre, quien será el equipo ganador tras la sentencia. De lo que si estoy convencido y seguro es que el concepto de soberanía popular e igualdad ante la ley , en nuestro sistema democrático, puede quedar en entredicho.
El sentimiento de nación ,cultura o pueblo ni su existencia . no se crea ni se destruye por Ley ni mucho menos con sentencias ,por muy constitucionales, pero retardadas, que estas sean ,
Barcelona 22 de junio 2009
Eduard Sagarra i Trias
Ciudadano y President de ANUE
dimarts, 22 de juny del 2010
La dignidad como un valor de convivencia necesaria
La dignidad como un valor de convivencia necesaria
Estos días y frente a los acontecimientos que se están produciendo dentro de nuestra cotidianidad, se comenta lo que es «la dignidad» y lo que «no es dignidad». Los tertulianos (¡expertos en todo y sin criterio de nada!) se llenan la boca y hablan todo el día de la dignidad y, en general, también lo hace la sociedad en su conjunto.
Si se fijan, también hablan de ello las Leyes y normas de derecho positivo, en sus preámbulos y exposiciones de motivos; de dignidad hablan también los jueces aldictar sus resoluciones o sentencias; nos hablan los gobiernos al acordar resoluciones, sanciones y multas, las organizaciones internacionales, etc. Pero ahora y sobre todo hablan de ello los periódicos y la opinión pública al pedir un trato digno a un pueblo soberano que ha votado su Estatuto, o si se hace referencia al trato a presuntos implicados en delitos y redes de corrupción.
En definitiva, es una palabra y un concepto que están de moda, como lo está también, y, desde hace años «la globalización». Ahora bien, me doy cuenta de que pocos sabemos, a veces, qué es la dignidad y, tampoco qué no es digno. Es un concepto difícil y muchos no saben si ¡se pesa, se mide o se huele!
Hasta hace poco tiempo, creíamos, erróneamente, que la dignidad estaba circunscrita sólo a un vocabulario «religioso», y a una conducta o «moral». Pues bien, yo creo que, ahora y hoy, esto no es así y les pongo un par de ejemplos.
La Constitución española de 1978 en su art. 10.1 señala, que la dignidad humana es el rasero por el que se deben medir e interpretar los derechos y libertades ya que pertenecen a la persona y son el fundamento de nuestro orden jurídico. Textualmente dice: «La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la Ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social.» Más aún, y a nivel internacional y de la Unión Europea, el art. 1 con el que se inicia la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, que es ley obligatoria en España y en casi todos los países de la Unión (excepto en el Reino Unido, Polonia y Chequia) después de entrar en vigor el Tratado de la Unión Europea, en la versión de Lisboa, el primero de diciembre de 2009, dice que «la dignidad humana es inviolable y debe ser respetada y protegida».
La dignidad se erige por tanto en un valor mínimo que por imperativo constitucional se impone a todos los poderes del Estado: legislativo, ejecutivo y también el judicial. Y a los sujetos, ciudadanos, instituciones y personas morales. Creo, personalmente, que debemos iniciar, todos juntos, un movimiento o corriente ciudadana que exija que la dignidad sea un valor convivencial, ciudadano, político, legal, jurisprudencial pero, sobre todo, respetado y garantizado por todos. Su vulneración debe ser sancionada por quien corresponda en el estado de derecho. Estamos demasiado acostumbrados a que sea más importante o creíble criticar y vulnerar la dignidad sin fundamentos de las personas, que rectificar con vergüenza los errores o imputaciones que afectan a la dignidad individual o colectiva. Puedo concluir afirmando, en mi opinión, que la «dignidad» no es sólo un valor moral o religioso (¡que también!) sino que la dignidad es un valor estructural de nuestra sociedad de 2010, de cualquier estado democrático, sometido a las leyes y al derecho.
Estos días y frente a los acontecimientos que se están produciendo dentro de nuestra cotidianidad, se comenta lo que es «la dignidad» y lo que «no es dignidad». Los tertulianos (¡expertos en todo y sin criterio de nada!) se llenan la boca y hablan todo el día de la dignidad y, en general, también lo hace la sociedad en su conjunto.
Si se fijan, también hablan de ello las Leyes y normas de derecho positivo, en sus preámbulos y exposiciones de motivos; de dignidad hablan también los jueces aldictar sus resoluciones o sentencias; nos hablan los gobiernos al acordar resoluciones, sanciones y multas, las organizaciones internacionales, etc. Pero ahora y sobre todo hablan de ello los periódicos y la opinión pública al pedir un trato digno a un pueblo soberano que ha votado su Estatuto, o si se hace referencia al trato a presuntos implicados en delitos y redes de corrupción.
En definitiva, es una palabra y un concepto que están de moda, como lo está también, y, desde hace años «la globalización». Ahora bien, me doy cuenta de que pocos sabemos, a veces, qué es la dignidad y, tampoco qué no es digno. Es un concepto difícil y muchos no saben si ¡se pesa, se mide o se huele!
Hasta hace poco tiempo, creíamos, erróneamente, que la dignidad estaba circunscrita sólo a un vocabulario «religioso», y a una conducta o «moral». Pues bien, yo creo que, ahora y hoy, esto no es así y les pongo un par de ejemplos.
La Constitución española de 1978 en su art. 10.1 señala, que la dignidad humana es el rasero por el que se deben medir e interpretar los derechos y libertades ya que pertenecen a la persona y son el fundamento de nuestro orden jurídico. Textualmente dice: «La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la Ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social.» Más aún, y a nivel internacional y de la Unión Europea, el art. 1 con el que se inicia la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, que es ley obligatoria en España y en casi todos los países de la Unión (excepto en el Reino Unido, Polonia y Chequia) después de entrar en vigor el Tratado de la Unión Europea, en la versión de Lisboa, el primero de diciembre de 2009, dice que «la dignidad humana es inviolable y debe ser respetada y protegida».
La dignidad se erige por tanto en un valor mínimo que por imperativo constitucional se impone a todos los poderes del Estado: legislativo, ejecutivo y también el judicial. Y a los sujetos, ciudadanos, instituciones y personas morales. Creo, personalmente, que debemos iniciar, todos juntos, un movimiento o corriente ciudadana que exija que la dignidad sea un valor convivencial, ciudadano, político, legal, jurisprudencial pero, sobre todo, respetado y garantizado por todos. Su vulneración debe ser sancionada por quien corresponda en el estado de derecho. Estamos demasiado acostumbrados a que sea más importante o creíble criticar y vulnerar la dignidad sin fundamentos de las personas, que rectificar con vergüenza los errores o imputaciones que afectan a la dignidad individual o colectiva. Puedo concluir afirmando, en mi opinión, que la «dignidad» no es sólo un valor moral o religioso (¡que también!) sino que la dignidad es un valor estructural de nuestra sociedad de 2010, de cualquier estado democrático, sometido a las leyes y al derecho.
LOS CONTROVERTIDOS CONCEPTOS DE NACIONALIDAD, NACION Y EL ESTATUT
Según se desprende de los debates "secretos " del Tribunal Constitucional sobre el Estatut de Catalunya(objeto de diarias e incomprensibles filtraciones )uno de los escollos o atolladeros es la constitucionalidad del termino "nación" en el Preámbulo del Estatut .Recordemos sin embargo que ," la Constitución reconoce la realidad de Cataluña como nacionalidad" (sic ) .
Me gustaría clarificar a la ciudadanía, y¡porque no! a aquellos tertulianos expertos en todo, pero sin criterio de nada; señalando: a) La nacionalidad es un status de una persona que le otorga un Estado soberano, por su nacimiento, filiación o residencia. El documento que prueba una nacionalidad es el pasaporte.
b) Las naciones no necesariamente son Estados, y por el contrario ,hay Estados, como España, que son plurinacionales, donde se agrupan y conviven pacíficamente distintas naciones, pero cuyos individuos , tienen un único pasaporte.
c) El Estado multinacional, multiétnico, multilingüe y también multicultural y plurireligioso que es hoy España no es un invento ni una creación de la Constitución de 1978. Era y es una realidad histórica existente ya antes de 1978 y vigente hoy en 2009.
Como ciudadano de a pie debo de afirmar con contundencia, que ni los sentimientos identitarios individuales o colectivos ni las identidades nacionales, se crean y menos se destruyen mediante leyes y menos a traves de Sentencias por muy constitucionales que sean . Aunque parezca de Perogrullo lo que es , simplemente es, y Cataluña era y sigue siendo una nación dentro de la España de las nacionalidades.
Eduard Sagarra Trias. Barcelona
Me gustaría clarificar a la ciudadanía, y¡porque no! a aquellos tertulianos expertos en todo, pero sin criterio de nada; señalando: a) La nacionalidad es un status de una persona que le otorga un Estado soberano, por su nacimiento, filiación o residencia. El documento que prueba una nacionalidad es el pasaporte.
b) Las naciones no necesariamente son Estados, y por el contrario ,hay Estados, como España, que son plurinacionales, donde se agrupan y conviven pacíficamente distintas naciones, pero cuyos individuos , tienen un único pasaporte.
c) El Estado multinacional, multiétnico, multilingüe y también multicultural y plurireligioso que es hoy España no es un invento ni una creación de la Constitución de 1978. Era y es una realidad histórica existente ya antes de 1978 y vigente hoy en 2009.
Como ciudadano de a pie debo de afirmar con contundencia, que ni los sentimientos identitarios individuales o colectivos ni las identidades nacionales, se crean y menos se destruyen mediante leyes y menos a traves de Sentencias por muy constitucionales que sean . Aunque parezca de Perogrullo lo que es , simplemente es, y Cataluña era y sigue siendo una nación dentro de la España de las nacionalidades.
Eduard Sagarra Trias. Barcelona
What is and what is not the UN?
A frequent question that society and citizenship make before any large or small conflict that occurs internationally or within a given state (civil war, famine, genocide, trafficking human beings, arms sales, anti-personnel mines, pollution, etc.) is: What is the UN doing to solve it? The immediate and simple answer of many, especially television or radio commentators, is: "The UN is useless." And they do not delve deeper into the issue. I just want to define and clarify some key points to the public opinion.
What is the UN? It is a voluntary association of sovereign states, founded in 1945 after the Second World War, with the primary objective, but not only, to avoid a third war and maintaining peace and world security.
What is the UN? It is not, therefore, a supranational world government with power over its member states or its people. It is not Lourdes or Fatima, and therefore we can not expect any miracles.
Who created the UN? The UN was encouraged and created by the victors of World War II (United States, France, United Kingdom, China, Soviet Union), that keep for themselves a decisive role and exclusionary in the functioning of the organization, and veto those resolutions that do not interest them (inside the Security Council). The UN reforms will necessarily pass through these five states (now Russia and not the Soviet Union).
What other objectives are pursued by the UN? What is perhaps not sufficiently known, but we live it every day, is how much the UN has done for human rights (Universal Declaration of 1948, and international treaties due to all), decolonization and independence of more than one hundred new states (in 1945 the UN members were 51 while today are 192), economic cooperation for developing countries, protection of children, refugees, technological advances, environmental protection, prevent desertification, combating discrimination, promotion of culture, health, communications, and especially the creation and consolidation of international law.
What is the army of the UN? The UN has no army, for this reason its forces are always borrowed and, therefore, any intervention by the Blue Helmets has to be paid. But to say that the UN is useless because of the belligerent or irresponsible attitude of the states is a simplicity like saying that the Bank of Spain or the European Central Bank are useless because the economy is bad or the financial system has been negligent in its actions and has fallen into the hands of unscrupulous speculators.
What we the citizens and the society have to defend and require from member states is that through the UN there must be a genuine change in the world and international relations. In short, defend the values, purposes and principles that inspired the UN and that belong to the people, people and society. The UN charter begins with the sentence that is still in effect "We the peoples of the United Nations, determined ... “, that is, it is the peoples who must promote peace, progress, tolerance and faith in fundamental human rights.
This is an obligation that we can not escape, because in the case that we don’t comply with this obligation those who will be failing will not be the UN but the governments of member states and the peoples, secondly, for not pressing in defence of world peace and security.
Eduard Sagarra i Trias
President of the United Nations Association in Spain
What is the UN? It is a voluntary association of sovereign states, founded in 1945 after the Second World War, with the primary objective, but not only, to avoid a third war and maintaining peace and world security.
What is the UN? It is not, therefore, a supranational world government with power over its member states or its people. It is not Lourdes or Fatima, and therefore we can not expect any miracles.
Who created the UN? The UN was encouraged and created by the victors of World War II (United States, France, United Kingdom, China, Soviet Union), that keep for themselves a decisive role and exclusionary in the functioning of the organization, and veto those resolutions that do not interest them (inside the Security Council). The UN reforms will necessarily pass through these five states (now Russia and not the Soviet Union).
What other objectives are pursued by the UN? What is perhaps not sufficiently known, but we live it every day, is how much the UN has done for human rights (Universal Declaration of 1948, and international treaties due to all), decolonization and independence of more than one hundred new states (in 1945 the UN members were 51 while today are 192), economic cooperation for developing countries, protection of children, refugees, technological advances, environmental protection, prevent desertification, combating discrimination, promotion of culture, health, communications, and especially the creation and consolidation of international law.
What is the army of the UN? The UN has no army, for this reason its forces are always borrowed and, therefore, any intervention by the Blue Helmets has to be paid. But to say that the UN is useless because of the belligerent or irresponsible attitude of the states is a simplicity like saying that the Bank of Spain or the European Central Bank are useless because the economy is bad or the financial system has been negligent in its actions and has fallen into the hands of unscrupulous speculators.
What we the citizens and the society have to defend and require from member states is that through the UN there must be a genuine change in the world and international relations. In short, defend the values, purposes and principles that inspired the UN and that belong to the people, people and society. The UN charter begins with the sentence that is still in effect "We the peoples of the United Nations, determined ... “, that is, it is the peoples who must promote peace, progress, tolerance and faith in fundamental human rights.
This is an obligation that we can not escape, because in the case that we don’t comply with this obligation those who will be failing will not be the UN but the governments of member states and the peoples, secondly, for not pressing in defence of world peace and security.
Eduard Sagarra i Trias
President of the United Nations Association in Spain
Què és i què no és l’ONU?
Una pregunta molt freqüent que es planteja la societat i la ciutadania davant de qualsevol conflicte gran o petit que es produeix internacionalment o al si d’un determinat Estat (guerra civil, fam, genocidi, tràfic d’éssers humans, venda d’armes, mines contra persones, contaminació, etcètera) és: I què fa l’ONU per solucionar-lo? La immediata i simple resposta de molts, especialment tertulians televisius o radiofònics, és: “L’ONU no serveix per a res.” I no n’aprofundeixen més en la qüestió.
Simplement vull necessitarprecisar i aclarir a l’opinió pública algunes qüestions fonamentals.
Què és l’ONU? És una associació voluntària d’estats sobirans, fundada el 1945 després de la Segona Guerra Mundial, amb la finalitat primordial –però no única– d’evitar una tercera guerra i per mantenir la pau i seguretat mundial.
Què no és l’ONU? No és, per tant, un govern mundial amb poder supranacional sobre els seus estats membres o sobre la seva població. Tampoc no és Lourdes ni Fàtima i, per tant, no podem esperar d’ella cap miracle.
Qui va crear l’ONU? L’ONU va ser propiciada i creada pels vencedors de la Segona Guerra Mundial (Estats Units, França, Regne Unit, Xina, la Unió Soviètica), que es van guardar un paper decisiu i excloent en el funcionament de l’organització, i a vetar aquelles resolucions que no els interessessin (dins del Consell de Seguretat). Les reformes de l’ONU passen necessàriament per la voluntat d’aquests cinc estats (avui Rússia i no la Unió Soviètica).
Quines altres finalitats persegueix l’ONU? Allò que potser no es coneix prou, però el vivim a diari, és el molt que ha fet l’ONU a favor dels drets humans (Declaració Universal de 1948, i tractats internacionals exigibles a tots), descolonització i independència de més d’un centenar de nous estats (el 1945 els membres de l’ONU eren 51 mentre que avui són 192!), cooperació econòmica en favor dels països subdesenvolupats, protecció a la infantesa, refugiats, avenços tecnològics, defensa del medi ambient, evitar la desertització, lluita contra la discriminació, promoció de la cultura, sanitat, comunicacions, i especialment creació i consolidació del dret internacional.
Quin és l’exèrcit de l’ONU? L’ONU no té un exèrcit propi sinó que sempre va de prestat i per tant s’ha de pagar qualsevol intervenció dels Cascs Blaus.
Afirmar que l’ONU no serveix de res per culpa de l’actitud bel•licosa o desaprensiva dels estats és una simplicitat i seria igual que si afirméssim que el Banc d’Espanya o el Banc Central Europeu no serveixen per a res perquè l’economia va malament o el sistema financer ha estat negligent en la seva actuació i ha caigut a les mans d’especuladors desaprensius.
Allò que la ciutadania i la societat tenim que defensar i exigir als estats membres que la integren és que a través de l’ONU es produeixi un vertader canvi al món i en les relacions internacionals. En definitiva, defensar els valors, propòsits i principis que la van inspirar i que pertanyen a la gent, a les persones, a la societat.
La carta creadora de l’ONU s’inicia amb la frase que encara és vigent “Nosaltres els pobles de les Nacions Unides, decidits... “, és a dir, són els pobles qui han d’afavorir i promoure la pau, el progrés, la tolerància i la fe en els drets fonamentals.
Aquesta és una obligació que no podem eludir, ja que en cas que no complíssim amb aquesta obligació qui fallaria no seria l’ONU sinó els governs dels estats membres i els pobles, en segon lloc, per no fer pressió en defensa de la necessària pau i seguretat mundial.
Eduard Sagarra i Trias
President de l’Associació de les Nacions Unides a Espanya
Simplement vull necessitarprecisar i aclarir a l’opinió pública algunes qüestions fonamentals.
Què és l’ONU? És una associació voluntària d’estats sobirans, fundada el 1945 després de la Segona Guerra Mundial, amb la finalitat primordial –però no única– d’evitar una tercera guerra i per mantenir la pau i seguretat mundial.
Què no és l’ONU? No és, per tant, un govern mundial amb poder supranacional sobre els seus estats membres o sobre la seva població. Tampoc no és Lourdes ni Fàtima i, per tant, no podem esperar d’ella cap miracle.
Qui va crear l’ONU? L’ONU va ser propiciada i creada pels vencedors de la Segona Guerra Mundial (Estats Units, França, Regne Unit, Xina, la Unió Soviètica), que es van guardar un paper decisiu i excloent en el funcionament de l’organització, i a vetar aquelles resolucions que no els interessessin (dins del Consell de Seguretat). Les reformes de l’ONU passen necessàriament per la voluntat d’aquests cinc estats (avui Rússia i no la Unió Soviètica).
Quines altres finalitats persegueix l’ONU? Allò que potser no es coneix prou, però el vivim a diari, és el molt que ha fet l’ONU a favor dels drets humans (Declaració Universal de 1948, i tractats internacionals exigibles a tots), descolonització i independència de més d’un centenar de nous estats (el 1945 els membres de l’ONU eren 51 mentre que avui són 192!), cooperació econòmica en favor dels països subdesenvolupats, protecció a la infantesa, refugiats, avenços tecnològics, defensa del medi ambient, evitar la desertització, lluita contra la discriminació, promoció de la cultura, sanitat, comunicacions, i especialment creació i consolidació del dret internacional.
Quin és l’exèrcit de l’ONU? L’ONU no té un exèrcit propi sinó que sempre va de prestat i per tant s’ha de pagar qualsevol intervenció dels Cascs Blaus.
Afirmar que l’ONU no serveix de res per culpa de l’actitud bel•licosa o desaprensiva dels estats és una simplicitat i seria igual que si afirméssim que el Banc d’Espanya o el Banc Central Europeu no serveixen per a res perquè l’economia va malament o el sistema financer ha estat negligent en la seva actuació i ha caigut a les mans d’especuladors desaprensius.
Allò que la ciutadania i la societat tenim que defensar i exigir als estats membres que la integren és que a través de l’ONU es produeixi un vertader canvi al món i en les relacions internacionals. En definitiva, defensar els valors, propòsits i principis que la van inspirar i que pertanyen a la gent, a les persones, a la societat.
La carta creadora de l’ONU s’inicia amb la frase que encara és vigent “Nosaltres els pobles de les Nacions Unides, decidits... “, és a dir, són els pobles qui han d’afavorir i promoure la pau, el progrés, la tolerància i la fe en els drets fonamentals.
Aquesta és una obligació que no podem eludir, ja que en cas que no complíssim amb aquesta obligació qui fallaria no seria l’ONU sinó els governs dels estats membres i els pobles, en segon lloc, per no fer pressió en defensa de la necessària pau i seguretat mundial.
Eduard Sagarra i Trias
President de l’Associació de les Nacions Unides a Espanya
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